TODO SOBRE EL BALÓN INTRAGÁSTRICO

La obesidad es una enfermedad crónica causante de numerosas muertes en los países desarrollados y constituye no sólo un problema estético sino también de salud ya que se asocia a diversas enfermedades (hipertensión arterial, depresión, diabetes, hipercolesterolemia, tipos determinados de cáncer, etc.). 

Por ello, la obesidad se está convirtiendo en un problema social y de salud pública de primera magnitud y ya es considerada la epidemia del siglo XXI. La aparición de obesidad es cada vez mayor en los países occidentales, con el agravante de que este incremento en los últimos años sucede a expensas de los rangos más elevados de índice de masa corporal y, lo que es más preocupante, en niños y adolescentes. Este aumento del riesgo de otras enfermedades y las limitaciones físicas y psicológicas que produce, hace que la obesidad tenga un importante y elevado coste social y económico.

El sistema para adelgazar denominado BIB (BioEnterics Intragastric Balloon) se basa en dos componentes complementarios entre sí:

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EL BALÓN INTRAGÁSTRICO

Es un balón de silicona que se introduce en el estómago mediante endoscopia con sedación anestésica y se llena entre 500 y 700 cc con suero salino estéril tintado con un colorante (azul de metileno).

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RELLENAR EL ESTÓMAGO

Está diseñado para rellenar parcialmente el estómago y provocar así su distensión, lo que origina una sensación de saciedad que no sólo hará que sienta menos hambre sino también que se note saciado más rápidamente después de la ingesta de alimentos aunque sea de pequeñas cantidades.
El balón será retirado a los 6 meses de su colocación y durante ese tiempo tendrá una mejor oportunidad de adoptar los cambios en su estilo de vida que necesita para perder peso.

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EDUCACIÓN PARA EL PESO

Es el factor principal para lograr con éxito los objetivos de pérdida de peso y luego mantenerlos.
La dietista colaboradora de Cliniber, y con amplia experiencia en el tratamiento de la obesidad, le diseñará en esta etapa un programa en el que irá aprendiendo los principios necesarios para controlar su peso. Este aprendizaje se irá desarrollando durante las citas programadas periódicamente para adquirir conocimientos básicos de nutrición y conocer comportamientos ante la alimentación y cuestiones psicológicas relacionadas con los alimentos.

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MOTIVACIÓN

Mientras aprende las bases de la nutrición se encontrará motivado por su éxito y convertirá fácilmente estos principios en hábitos que le servirán para toda su vida tras la retirada del balón intragástrico. Serán estos hábitos nuevos adquiridos los que le permitirán mantener la pérdida de peso obtenida y mejorar su salud a largo plazo.

El balón intragástrico ofrece muchas ventajas sobre los programas convencionales de dietas y pérdida de peso. Entre ellas destacan:

  1. Una sensación de saciedad que obliga a comer pequeñas cantidades de alimentos.
  2. Mayor pérdida de peso que con otros programas dietéticos.
  3. Apoyo continuado de un equipo de profesionales expertos en obesidad.
  4. Aprendizaje de los principios del éxito a largo plazo.
  5. Menor riesgo que con otras técnicas quirúrgica


Los requisitos que se exigen para ser apto y proceder a la implantación de un balón intragástrico son los siguientes:

  • Tener al menos 18 años de edad.
  • Tener un índice de masa corporal mínimo de 30 (el uso del balón intragástrico no está recomendado en pacientes con un índice de masa corporal inferior a 30, al menos que tengan otros problemas de salud asociados con el sobrepeso que podrían mejorar con la pérdida de peso).
  • Estar dispuesto a cumplir con las pautas dadas por los profesionales implicados en este programa de pérdida de peso.


Por el contrario, contraindica este procedimiento la existencia de alguna de las siguientes condiciones:

  • Cualquier tipo de cirugía previa del tracto gastrointestinal superior, obstrucción, peritonitis o hernia de hiato gigante.
  • Aquella persona diagnosticada de enfermedad renal, hepática o pulmonar severa.
  • Tratamiento activo y a largo plazo con corticoides y antiinflamatorios no esteroideos.
  • No estar dispuesto a adoptar los hábitos dietéticos que son fundamentales para el éxito del tratamiento.
  • Alcoholismo o adicción a drogas durante el último año.
  • Embarazo o lactancia.


Es fundamental que durante los 6 meses en los que se mantiene el balón en el interior del estómago, asista a las visitas programadas con la dietista para controlar el desarrollo del programa en cuanto a la pérdida de peso y para la adquisición de hábitos de vida que evitarán volver a ganar peso después de que le sea extraído el balón intragástrico.


Hay que tener en cuenta y recordar que el balón intragástrico es sólo una «herramienta de formación», que le ayuda en la adaptación a los cambios que debe realizar en su estilo de vida para mantener el peso corporal adecuado. Las siguientes recomendaciones le servirán de guía para tener más éxito:

  • Reunirse periódicamente con el equipo médico para seguir motivado y comprometido con el programa. La experiencia demuestra que aquellas personas que acuden a las visitas de seguimiento programadas presentan los mejores resultados a corto y largo plazo.
  • Escribir un diario de lo que come y del ejercicio físico que realiza.
  • Convertir su nuevo plan de vida, basado en una nutrición y ejercicio físico adecuados, en un cambio de su estilo de vida a largo plazo.

La pérdida de peso ocasionada por el balón ronda los 15-20 kg de media durante el tiempo que está colocado. Aunque en principio no existe limitación para la recolocación del mismo, se recomienda un mínimo de 3 a 6 meses para la implantación de un segundo dispositivo.

Para mayor información, puede leer nuestro documento de «Hoja informativa del balón intragástrico», en la que se intentan contestar las preguntas más frecuentes que suele suscitar este método de tratamiento de la obesidad.